RECESIÓN Y CENSOS











Por Hilario Wynarczyk

1 RECESIÓN



El novelista Tom Wolfe, conocedor profundo de la vida en Nueva York, escribió últimamente acerca de la crisis de la economía y los operadores jóvenes que, impulsados por sus éxitos meteóricos, compran mansiones en el distrito exclusivo de Greenwich, Connecticut. Pero la primera crónica de sucesos bastante semejantes, que cambiaron la estructura social de un país, aparece en los capítulos 36 al 50 del Génesis. Reformulado con algunos tecnicismos actuales, el caso ilustra el concepto de “asimetría de las informaciones” como contexto que puede facilitar el éxito en una operación económica de alto riesgo. En definitiva, el jugador que más sabe, es el que puede ganar.Todo comenzó cuando José le explicó al Faraón un mensaje del Omnipotente Dios. Cifrado en dos sueños que lo angustiaban al rey de los egipcios, el mensaje informaba el advenimiento de un ciclo económico de siete años de abundancia y otro de siete años de hambre. José agregó su propio concepto operativo. Era necesario un plan de negocios a futuro. Bien impresionado por el profeta de 30 años, el soberano lo nombró Secretario de Estado. Ahora bien, José estaba preso desde hacía tiempo por una acusación infundada. Había llegado a Egipto a los 17 años, después que sus hermanos lo vendieron a una caravana y simularon que lo mató una bestia. Hasta ese infausto momento de la vida familiar, había sido criador de ovejas de su padre, Jacob. Las circunstancias cambiaron cuando el Faraón le dio el cargo, le puso su propio anillo, lo vistió con un collar de oro y ropas de lino finísimo, le cambió el nombre y le dio por mujer a la hija del sacerdote del culto de On.Durante los próximos siete años la tierra “produjo a montones” y el gobierno almacenó trigo. Después, cuando la recesión agrícola azotó la región, José le vendió trigo a los egipcios hasta secar la plaza monetaria, y transfirió la riqueza al Faraón. En la segunda fase del ciclo, tomó en pago los activos constituidos por caballos, vacas y asnos. En la tercera fase expropió las tierras (menos las de los sacerdotes). Posteriormente al pueblo le ofreció semillas para sembrar, con un régimen de retenciones del 20 % del producido a favor del trono. En esa época hubo también migraciones del campo a la ciudad.En el cenit de su carrera, José tenía 44 años. Al morir a los 110, los egipcios lo embalsamaron como hacían con los nobles.2- CENSOSEl censo ordenado por la administración romana fue la causa de un hecho fortuito: el alumbramiento de Jesús en un espacio reservado a los animales de granja (San Lucas, capítulo 2, versículos 2 a 7).Aparte de esta medición del imperio sobre una población subordinada, cabe notar en las Sagradas Escrituras la temprana referencia a los censos como instrumentos políticos de los constructores de una nación. En cuyo seno habría de nacer, muchísimo más tarde, Jesús.El libro de los Números (Aritmoi lo llama la traducción Septuaginta) relata en los capítulos 1 al 4 un censo de la población conducida por Moisés, y su hermano Aarón. El “censo nacional” (que seguramente incluía no-israelitas, acoplados y mestizados en el desplazamiento desde Egipto hacia el Cercano Oriente) segmentaba la población por tribus, edad, sexo y función (solamente varones de veinte años y más, aptos para combatir). De los especializados en el sacerdocio – levitas – , eran contados los varones de un mes para arriba, y un segmento especial, de 30 a 50 años, a cargo del ministerio religioso y la obra en el tabernáculo de reunión (capítulo 4, versículos 22 a 29).Los datos parecen exagerados, indica Isaac Asimov (en su Guía de la Biblia). Y es cierto. Si proyectamos los datos multiplicando la cifra de 603.550 personas por 4, significa que en la península de Sinaí, a poco de la salida de Egipto, un conglomerado, bastante parecido en su magnitud a la población de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, vagaba por el desierto, vivía en carpas y seguía a Moisés.Cuarenta años después, la similitud de la estructura de otro censo (Números, capítulo 26), nos permite conocer el decrecimiento de la población, leve, pero muy pronunciado para algunas tribus.David hizo el siguiente “censo nacional”. Las informaciones de Segunda Samuel (capítulo 29), menos detalladas, muestran el crecimiento de la población que podía “esgrimir espadas”. Lo extraño es que David creyó que el censo fue un pecado. Por ese motivo, a continuación de un episodio complejo (en el que debió elegir la forma del castigo), un ángel diseminó una plaga. Luego el rey cumplió con determinados ritos, Jehová escuchó las súplicas y ordenó cesar el exterminio (versículos 10 al 25).Estos censos perseguían fines administrativos: medir la población en condiciones de ir a la guerra, y (por lo menos en el primer censo), organizar territorialmente el conglomerado que marchaba en busca de la Tierra Prometida El autor es doctor en sociología, socio directivo del CALIR, Consejo Argentino para la Libertad Religiosa.



OBSERVATORIO CALIR




El CALIR, CONSEJO ARGENTINO PARA LA LIBERTAD RELIGIOSA, cuyo origen se remonta a 1999 cuando fue creado el Consejo Asesor en el marco de la Secretaría de Culto de la Nación, presidida por el Embajador Norberto Padilla su creador, continúa con su programa del Observatorio Calir de la libertad de religión en la República Argentina, programa puesto en vigencia bajo su actual presidente, el bautista Dr. Raul Scialabba .El Observatorio es coordinado por el Dr. Gustavo Grancharof y es una iniciativa para conocer, en forma permanente, en qué estado se encuentra la libertad de religión en la realidad argentina.El Observatorio Calir se ha creado para la protección de las personas que profesan una religión y para los que no profesan ninguna. Se propone servir a las personas individuales y a las organizaciones que las agrupan sin ninguna distinción, con el único límite del respeto al orden público de la sociedad democrática.Observatorio Calir pone a disposición de los interesados una línea telefónica en la que personal voluntario capacitado recibirá las denuncias que se deseen comunicar (lunes a viernes, de 14.00 a 18.00 horas).ESTE ES SU NUMERO DE CONTACTO: 15 6273 5110Si Ud. desea saber que hechos pueden constituir motivo de denuncia puede hacer clic
en http://www.calir.org.ar/legis002.htm . Allí se puede consultar la declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o en las convicciones” (ONU, 25/11/1981, Resolución de la Asamblea General Nº 35/55). El texto de esta declaración permite identificar las distintas conductas violatorias de la libertad de religión y de concienciaMás información sobre el Observatorio la tendrá en la pag. http://www.calir.org.ar/Si Ud. desea recibir el NEWSLETTER mensual del Observatorio puede pedirlo a : observatorio@calir.org.ar

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